La Toma llora la pérdida de Carla Pereira
El pueblo está consternado ante el lamentable desenlace. Las redes sociales atestiguaron la constante preocupación de los vecinos que imploraban por la salud de la joven, pero su vida concluyó de la peor manera.
Carla Pereira, una mujer de 29 años y madre de un pequeño, sufrió una terrible paliza el domingo. Esa noche vivió en carne propia el terror de los vejámenes de su pareja, un menor de 17 años que practica kick boxing.
Según el testimonio de una amiga de la familia, el agresor “acostumbraba a darle cachetadas y la sometía a situaciones de violencia”. Además “le había prohibido tener contacto con su expareja y la amenazaba de muerte”.
Pereira no podía obviar el trato con su exnovio, dado que comparten un hijo en común. “Carla se llevaba muy bien con el papá de su hijo; él es un buen hombre”, indicó la fuente.
Ese hecho provocó la ira del golpeador y desató su furia contra Pereira. “La sentó en el sillón y comenzó a propinarle golpes de puño, uno tras otro, luego la llevó a una habitación, la acostó sobre la cama y siguió con el terror”, contó la persona que la contuvo hasta concretar la denuncia.
Tras ser desfigurada, la víctima salió como pudo a la calle exclamando gritos de auxilio. Fue asistida inmediatamente por una vecina, y en ese instante se acercó el novio diciendo: “Gordita, estás enferma, te voy a llevar a un psicólogo ¿Cómo te vas a golpear contra la pared?”.
El drama recién vislumbraba el dolor, ya que Pereira afrontó una descompensación que concluyó en una derivación hacia el Policlínico Regional San Luis.
En los estudios que hicieron los especialistas, advirtieron que además de los daños recientes, presentaba lesiones de golpes anteriores. El menoscabo que generó la paliza, causó que uno de sus pulmones dejara de funcionar, y un coágulo en su cabeza alarmara a los médicos.
Un familiar directo había informado que necesitaban operarla, pero “no podían tomar una decisión apresurada, ya que podía perder la vida en la intervención”. Asimismo la gravedad reinante, obligó a los cirujanos a practicarle una operación. La realizaron este martes.
“Le quitaron parte del cráneo y colocaron una válvula para que el derrame drenara”, indicó la fuente.
Tras ello, Pereira había logrado estabilizarse, pero poco a poco su vida se iba apagando. Las primeras novedades detallaban que “tenía muerte cerebral”.
En un contexto de misas y manifestaciones, Carla Pereira luchaba por vivir. Pero este miércoles lo peor se concretó.
Los rumores del grave estado en el que se encontraba, comenzaron a divulgarse en medio del hermetismo de las fuentes del ministerio de Salud, que alegaban “la judicialización del caso”, y el dolor de los familiares que optaron por mantener la discreción ante tanto sufrimiento.
Cerca de las 23, la directora del Hospital San Luis, Cecilia Canepa, comunicó oficialmente la peor noticia. Carla Pereira había fallecido.
Minutos antes de las 22.30 dos amigas anticiparon a elchorrillero.com que la joven había muerto.
Inmediatamente los usuarios de redes sociales asignaron el lazo de luto en memoria de la joven, y sus seres cercanos publicaron fotografías en donde la sonrisa de Pereira evidenció como un presagio la importancia de cada momento vivido.
Por otra parte, el golpeador fue detenido por efectivos de La Toma y lo trasladaron a la Comisaría del Menor. Fuentes policiales informaron que se encuentra alojado en las celdas disciplinarias de la dependencia.
Además detallaron que es visitado en mayor medida por su hermano. Ahora espera la decisión del juzgado interviniente.
Las últimas novedades indican que personal de la división Criminalística, realizó un allanamiento en el domicilio donde residía Pereira, en busca de evidencias relacionadas al caso.
Los establecimientos escolares de la localidad no tendrán actividades dado que "será una jornada de duelo". Fuentes extraoficiales detallaron que se resolvió la medida porque "las cuatro escuelas han tenido de alumnos a familiares de la víctima".
Ahora los usuarios de redes sociales se solidarizan con la familia expresando sus condolencias y resumiendo las sensaciones que recorren cada rincón del corazón y la conciencia en una sola palabra: “justicia”.